Los desplazamientos por falsas acusaciones, los maltratos de parte de los gobiernos de México y Guatemala, el abandono, el frío, el calor, las lluvias, el hambre, la falta de agua potable, la nula atención médica y muchos otros abusos indignantes, no detuvieron ni desunieron a los habitantes del campamento en resistencia Nueva Esperanza, quienes después de un año y medio serán reubicados este 28 de febrero del presente, a Guatemala.
La resistencia aún sigue y la lucha continuará hasta el cumplimiento pleno de los derechos de estos niños, jóvenes, adultos, ancianos que se han unido y han resistido con toda la Esperanza.